"Me ha llegado la voz que en una zona mixe de Oaxaca, cuando hay un problema en su comunidad cocinan los frijoles negros en una olla grande y le echan pequeñas bolitas de maíz. Los frijoles, cuentan, son la noche y la oscuridad. Las bolitas de maíz, las estrellas que iluminan el camino cuando la oscuridad se hace tan grande que da miedo y por ese miedo nos perdemos. Esto lo hacen para recordar que para que las estrellas iluminen la noche tienen que hacerlo juntas. Una sola no podría nunca con toda la noche. "

Tres movimientos que cuentan una historia, un relato, un camino, un silencio, recorriendo territorios y transiciones, espacios temporales y atemporales, momentos de tensión y de relajación, atravesado por el pulso de la respiración.